A quien no le ha pasado lo siguiente: realizas un análisis de contexto del mercado, de acuerdo a esta información, estableces ciertos planteamientos o hipótesis para esperar una posible entrada, el precio llega a la zona, te confirma la entrada, la tomas, colocas una operación en el mercado, entras, el precio a continuación va y te saca por stop, y después se va enseguida en la dirección que esperabas directo al target. A este acontecimiento tan inoportuno y desagradable se le conoce como «stop judas«.
Un stop judas consiste básicamente en tomar una entrada, salir por stop y seguido a esto el precio se mueve en la dirección deseada.
Sin duda, este suceso genera que emociones negativas salgan a flor de piel. En primer lugar, ese deseo de venganza, de revancha, de rabia, al sentir que el mercado se ha burlado de nosotros, y que nos pudiera llevar a tomar nuevas operaciones solamente con el objetivo de “vengarnos del mercado”; hasta esa sensación de que el mercado está jugando con nosotros, jugando con nuestros sentimientos. Después de toda esa euforia, puede dar pie a continuación a una sensación de inseguridad, o incluso de tristeza. ¿Por qué de haber sido posible obtener una ganancia, sólo se ha obtenido una pérdida?
Hay otras tantas veces que podemos sufrir de FOMO (acrónimo en inglés de fear of missing out, que significa miedo a quedarse por fuera). Este sentimiento es aquel que se produce cuando el mercado va en la dirección deseada, y nos produce esa sensación de querer entrar al mismo, al precio que sea (la mayoría de las veces muy tarde) sólo por no quedarnos fuera del movimiento, y en donde la mayoría de las veces, esas operaciones terminan muy mal.
Podemos inclusive llegar a pensar que somos malos operadores, que estamos en el camino equivocado y que está no es nuestra profesión.
Evidentemente, son emociones o sentimientos muy difíciles de evitar, y más aún de manejar. Porque ¿a quién no le va a molestar que en vez de ganar dinero en los mercados, termine perdiéndolo? Es muy seguro que la mayoría de los operadores no estarán muy felices con ello.
Realmente, estas son situaciones que, de alguna manera, como operadores debemos aceptar, ya que pueden ocurrir en cualquier momento debido a la propia naturaleza de incertidumbre del mercado. Tampoco podemos achacarle la culpa al propio mercado. Él no sabe ni le interesa saber que nosotros estamos allí, por lo que pensar que «el mercado me stopeó porque sabía que estaba allí», es un pensamiento impropio de un operador profesional.
El stop en esta profesión del trading más agresivo es el mejor amigo del operador, ya que evita que las pérdidas se maximicen cuando el mercado se va en nuestra contra. Es la herramienta que nos ayuda a preservar el capital cuando estamos equivocados. Pero ¿qué sucede cuando el mercado nos saca con un stop Judas? No debería de pasar nada, deberíamos de continuar haciendo nuestro trabajo.
Una de las tareas como operadores, es asumir las pérdidas, vengan de la forma que sea. No es posible saber cuándo el mercado nos sacará y se irá después a nuestro favor. Lo que sí es posible, es trabajar para tratar de minimizar la influencia de las emociones negativas en la toma de decisiones.
Una de las maneras de hacerlo es a través de la disciplina, siendo estrictos con nuestro plan de trabajo. La disciplina es como el oxígeno para el buzo. Es lo que nos da vida. Otra recomendación es la paciencia si nos perdemos una oportunidad, tener la necesaria para esperar a la siguiente. Un operador consistente no debería como un infante de primera línea que dispara a todo lo que se mueve, debería ser un francotirador que sólo aprieta el gatillo en el momento necesario.
En el trading, así como en la vida, habrá aciertos y desaciertos. Pero de eso se trata, de intentarlo sólo en el momento que se crea más conveniente, aquel que coloca las probabilidades a nuestro favor. Un operador de éxito debería operar en el mercado como el cocodrilo caza en el río. El cocodrilo no intenta capturar todo lo que observa, simplemente se posiciona, espera a que su presa se acerque, y cuando está a tiro, es cuando ataca. De igual manera debe actual el operador de éxito: plantea escenarios, hipótesis y espera pacientemente a que el precio vaya a “su zona», y es allí es donde tomará la decisión de entrar o de quedarse al margen.
Una de las cosas positivas de un stop, sea Judas o no, es que nos brinda la oportunidad de mejorar en muchos aspectos: en nuestra capacidad de análisis, en la toma de decisiones, en el timing para tomar una entrada o una salida. Las pérdidas son una excelente fuente de información para saber en qué estamos fallando y de ahí cómo corregir y mejorar. Siempre digo y mantengo que «el tamaño de las ganancias será directamente proporcional al aprendizaje obtenido de las pérdidas«. Así que debemos quedarnos con la parte buena que éstas nos ofrecen.
Otra manera de mitigar estos stops judas, es manteniendo una excelente gestión de riesgo. Que no «nos mate» un simple stop. Que siempre nos quede capital suficiente para intentar tomar una nueva operación cuando el mercado nos brinde una nueva oportunidad. También ayuda operar en productos menos apalancados para que las pérdidas no se amplifiquen y podamos colocar stops menos ceñidos al precio de entrada.
El trading y el mundo de la bolsa en general, es una de las profesiones más bonitas que existen, pero también de las más angustiantes y decepcionantes, según se mire. Y también de las que más dedicación, esfuerzo y sacrificio requieren, pero donde sin duda alguna, vale la pena cada segundo invertido en ella.