La crisis del coronavirus es la segunda gran crisis que vivo en primera persona. La primera fue la del 2007-2009, hace ya más de diez años. Pero la de entonces nada tiene que ver con la actual desde un punto de vista económico, aunque sí desde el punto de vista de cómo muchas personas se acercan a este mundillo por primera vez con la intención y el deseo de «vivir del trading«, pero cuidado, porque este es un caramelo envenenado que te ponen en la boca que siempre acaba mal como uno no tenga los pies en el suelo.
El pasado 6 de mayo escribía lo siguiente en redes sociales: “crisis económica + incertidumbre sobre el futuro + sensacionalismo en el mundo de la especulación = desastre garantizado”.
Las crisis son duras, llevan a muchos a perder sus trabajos, negocios y ponen en peligro su futuro económico. Son momentos de desesperación para muchas personas que los vampiros saben cómo rentabilizar: conocedores de esa desesperación, juegan con la percepción de que la especulación más agresiva (el trading) es la solución a todos los problemas. Pero lo hacen de forma sutil: te muestran la cara amarga, sí, pero saben que «el desesperado», a igualdad de condiciones, dará prevalencia al mensaje más sensacionalistas de este mundillo. Pero cuidado porque esta es sólo una astuta estrategia de marketing. Por un lado te digo que esto es duro pero, por otro, te lo digo montado desde un Porche o desde una piscina dejándote caer que esto está al alcance de cualquiera si aprendes «mi sistema» y sabes «controlar las emociones».
Cuidado, son estrategias de marketing y tú eres el producto.
El marketing en sí mismo no es malo. Vender no es malo. Pero sí que creo que en este contexto hay tres aspectos muy sensibles que todo formador/divulgador debería tener en consideración:
1/ En una crisis económica, muchas personas se agarran a un clavo ardiendo con tal de tener una esperanza. Manipularlos (en el peor sentido de la palabra) para que te paguen X miles de euros por unas expectativas fuera de lo racional, no me parece lo más conveniente ni lo más ético.
2/ El trading intradía más agresivo es sólo una de las maneras de especular en los mercados (y no es precisamente la más apta para todos los públicos). Es legítimo enseñar y aprender sobre ella pero todo buen formador debería tratar de enseñar el «Big Picture« de esta industria para que el alumno conozca los pros y los contras, los retos y desafíos, el potencial y el coste de oportunidad no sólo del trading sino de otros estilos de inversión y especulación.
3/ En el mundo del dinero y las finanzas existe una cierta asimetría de información. Al igual que cuando uno acude al médico y deposita su confianza en los profesionales de la salud ya que su conocimiento sobre la medicina es superior al nuestro, en la inversión pasa más o menos lo mismo: los que acuden a ti para formarse lo hacen desde la confianza, pensando que, de manera honesta les vas a transmitir todos tus conocimientos sin sensacionalismos ni falsas promesas. Sería tramposo aprovecharse de esa indefensión para recetarle unos medicamentos que no sólo no le van a ayudar, sino que le pueden causar graves efectos secundarios.
Con estos tres sencillos pilares, creo que es factible hacer una labor de formación de calidad que realmente aporte valor a los alumnos y los ponga en la buena dirección con los pies en el suelo. Ese, al menos, es nuestro propósito.
Excelente, muy claro solo estoy empezando y con ustedes he puesto los pues sobre la tierra y cada dia doy un paso mas lento pero seguro gracias a este grupo de colaboradores
Muchísimas gracias por la recomendación para mantener los pies en la tierra
Muy buena descripción de la realidad de este necio para los que empiezan.
Buen dia Enrique, desde Argentina te escribo para agradecerte la oportunidad que nos diste en conocer la teoria y tecnica de Richard Wyckoff, en ese curso online gratuito, lo realice en un 70% y aprendi un monton gracias a tus claras explicaciones. Te felicito y Dios te bendiga por tus buenas intenciones de compartir conocimientos. Saludos.